¡Fin de las vacaciones y el inicio del síndrome post-vacacional!
Se acabaron las fiestas, las vacaciones, el levantarse y acostarse tarde, el comer lo que se nos antoja, el no mirar el reloj en todo el día, etc., es decir, que se acabó lo bueno y de vuelta a la realidad, al trabajo, a la rutina.
Y claro, no es agradable enfrentarse a estos cambios, con lo cual uno se puede sentir triste, ausente, sin ganas de mover un dedo, con sueño, de mal humor, solo pensando en las vacaciones, se posterga el trabajo o reuniones importantes, no se es capaz de tomar decisiones, aparece el insomnio, llanto fácil, desilusión, tristeza, debilidad, irritabilidad, ansiedad, falta de concentración y hastío.
Si te has sentido así alguna vez al volver de vacaciones, entonces has padecido el síndrome post-vacacional; el cual, aunque no ha sido reconocido como enfermedad por las principales organizaciones de la salud mental, sí se han identificado estos síntomas y se han categorizado como síndrome.
El cual consiste en el fracaso en el proceso de adaptación a la vida laboral después de un período vacacional, primero biológicamente, ya que nuestro cuerpo se habitúa a no tener horario para levantarse, comer o dormir, a llevar una dieta quizás no muy saludable, a hacer por lo general menos ejercicio físico, a trasnochar y a beber de más bebidas alcohólicas, entre otras.
También anímicamente hay un cambio significativo, ya que en vacaciones lo más común es olvidarse por completo del trabajo, de problemas, incluso de nuestras neurosis.
En vacaciones nos permitimos ser felices y hasta vemos el mundo de forma distinta, y obviamente, cuando llegan a su fin, el rebote emocional es sin duda muy importante.
Pero entonces ¿es una enfermedad? Pues sí y no, depende de la intensidad y duración de los síntomas.
Es normal que sea difícil volver a la vida cotidiana, lo que ya no es tan normal es que este malestar dure mucho tiempo, digamos más allá de una semana, y que los síntomas, en lugar de ir disminuyendo vayan en aumento.
Entonces sí, podríamos pasar a una depresión o a un trastorno de ansiedad, ambos de relevancia significativa y que requieren de tratamiento tanto psicológico como psiquiátrico.
Así que aquí te dejo unos consejos para prevenir y combatir el síndrome post-vacacional:
- Antes de salir de vacaciones planifica tus actividades laborales para tu regreso, no dejes pendientes y ordena tu lugar de trabajo.
- Practica hábitos de vida saludables (ejercicio físico, alimentación saludable, dormir bien, reír, bailar, hacer el amor, nulo o bajo consumo de alcohol o drogas.
- Al finalizar las vacaciones vuelve progresivamente a la rutina y planifica un tiempo de descanso antes de volver al trabajo. Puedes redecorar tu lugar de trabajo al volver de vacaciones para motivarte.
- Fomenta una actitud positiva (inicia tu día realizando ejercicio físico, escuchando música o un programa de humor, haz todos los días algo que te guste, consiéntete)
- Ten en cuenta que no es sano pasar la mitad del año esperando las vacaciones y la otra mitad añorándolas. Hay que disfrutar y ser feliz día a día.
- Si tu trabajo no te satisface, ni antes ni después de vacaciones, es quizás el momento de pensar seriamente en cambiar de empleo y trabajar en lo que realmente te gusta.
¡Recuerda que puedes dejarme tus dudas o comentarios aquí abajo, estaré encantada de responderte!